domingo, 20 de marzo de 2016

Papá Piernaslargas - Jean Webster

El libro de este mes no lo he elegido yo: me ha venido elegido. Varias personas del club querían leerlo después de las críticas entusiastas que habíamos leído por ahí y el libro se eligió solo (a propuesta de MG, creo). Menos mal, porque iba yo un poco perdida después de la última elección que hice para el club, ese bestseller sobrevalorado y cursi que fue "La ladrona de libros".

El planteamiento del libro es sencillo: Jerusha Abbott es una huérfana de diecisiete años que vive en un orfanato. La gobernanta, Mrs. Lippett, le informa de que uno de los patronos, tras leer una de sus redacciones, ha decidido enviarla a la universidad y pagar sus estudios, con la condición de que Jerusha le envíe una carta al mes contándole cómo es su vida en la universidad y poniéndole al corriente del avance de sus estudios. La segunda parte del libro, y la más extensa, son las cartas sin respuesta que escribe Jerusha a su benefactor, al que apoda Papá Piernas Largas. En ellas se puede seguir la vida de la estudiante durante los cuatro cursos de universidad y cómo evoluciona en ese tiempo.

Para mí, el libro se resume en estas tres palabras: es una monada. Las cartas de Jerusha son divertidas, tiernas, llenas de vida y de entusiasmo y es bonito ver cómo el personaje va evolucionando a lo largo del tiempo en el que escribe. Establece una relación con su patrono muy tierna, a través de lo que ella imagina y proyecta en sus cartas y porque, a pesar de no tener respuesta escrita directa a sus cartas, sí que recibe feedback de su benefactor a través de regalos o de notas de su secretario. La evolución del asunto se ve venir desde Atocha Renfe (bueno, lo vemos venir todos menos la protagonista) pero da igual que sea previsible: quieres que el asunto evolucione como tú te imaginas que va a evolucionar. Bonitismo power.

Los personajes de la novela caen bien, sobre todo la protagonista: es lista, divertida, cabezota y buena gente. No es nada pava, sino a ratos ingenua y tiene un entusiasmo por todo que hace que sea muy reconfortante. La autora creó un personaje muy moderno (el libro se publicó en 1912) que es una mujer que se encamina a ser autosuficiente, que hace referencia a los derechos de las mujeres que estaban por conseguir y que estudia y se prepara. En un par de ocasiones hace referencia a cómo podría acabar en un matrimonio e insinúa que sería un fracaso relativo, ya que no lograría su objetivo final. Un contraste con otros textos de la época e incluso posteriores.

Los amantes del cinismo deberían alejarse de este libro y no tocarlo ni con un palo, supongo que tanta gratitud hacia la vida, hacia la gente y tanta alabanza a la felicidad encontrada en las pequeñas cosas y en las cosas que han faltado debe espantar a los desengañados de la vida. El sentido del humor tiene mucha presencia en el libro, es divertido y nada pesado. A mí me ha encantado, todo un acierto para el club.