domingo, 29 de mayo de 2016

Expediente 64


Este mes hemos (he) escogido Expediente 64, de Jussi Adler - Olsen.

Se trata del cuarto libro de la saga Departamento Q, basada en un departamento de la policía que investiga casos del pasado.
Es novela negra sueca típica que mezcla pasado con presente y va entrelazando historias hasta que al final todo cuadra.
Carl Morck y sus compañeros comienzan a investigar una serie de desapariciones de 1987 no resueltas que tienen en común demasiadas cosas para ser casualidad.  Todas se producen el mismo día , todas sin motivo aparente y todas parecen llevar a Nete Hermansen, una viuda acomodada con un pasado oscuro.

La primera mitad del libro ha sido de leer de dos en dos las hojas. Dado que había escogido yo este mes no podía dejar tiradas a estas mujeres y abandonar. La fecha se me echaba encima y había que terminarlo, pero se me estaba haciendo eterno.
Cuando ya estaba comenzando a leer de tres en tres y a no enterarme de nada, la cosa se ha empezado a poner interesante y me he enganchado. El último tercio del libro lo he disfrutado de veras a pesar de alguna laguna que tenía (ejem,... recordemos lo de pasar de dos en dos).

A ver que opinan mis compañeras porque me temo que ha habido de todo.

4 comentarios:

  1. Lo malo de empezar por el cuarto libro de una serie es que no te enteras de la mitad de las cosas que pasan. Yo me pasé un buen número de páginas sin saber quién era esa gente y de qué me estaban hablando. El hecho de que además del tema principal haya una subtrama que recorre todos los libros y una tercera que afecta al personaje principal y a su primo que no aporta absolutamente nada tampoco ayuda.
    Pero una vez superado este escollo, y se centra en el caso de Nete y su venganza todo va bien. Es el típico libro de novela negra con su misterio y sus policías resolviendo casos un poco a su manera y gente subnormal yendo sola a sitios donde nadie les manda. Me ha gustado y me ha entretenido, pero no tanto como para seguir con la serie.

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  2. Este mes hemos leído el cuarto caso del Departamento Q, que diréis "anda ¿y los tres primeros?". Pues eso mismo digo yo, aunque no es nada novedoso en este club, que ya hemos leído a lo loco los libros de la serie de Mapp y Lucía, así que podemos con esto y más.

    Sí que es verdad que en las primeras páginas de la novela me he encontrado un poco perdida y pensando todo el rato quién cojones es toda esta gente y por qué me tienen que importar. No terminaba de cogerle el punto al libro y no me estaba enterando de nada ni le veía sentido a los cambios temporales ni nada. Estuve realmente cerca de aplicar mi criterio de la vida es corta y no puedo perder el tiempo en cosas que no me gustan pero, de repente, el giro hacia la venganza captó toda mi atención. Pero toda. Eso sí, con las mismas se me olvidó porque se me cruzaron otras cosas que me apetecían más (Camille, por ejemplo, que tampoco sería una mala opción para este nuestro club de lectura light, y que si alguna no ha leído a Lemaitre ya estáis tardando) y al final tanto dejarlo y cogerlo y volverlo a coger no ha sido bueno para el libro.

    No sé en qué momento me he acabado implicando, sufriendo con la maripenas absoluta que es la pobre Nete, que incluso cuando parece que las cosas le van a salir bien por fin, pues tampoco y su vida es un completo erial todo el tiempo, pobre muchacha. Y así todo el tiempo porque todo son tragedias. Menudo horror más completo.

    Es una novela efectista, aquí no hay retratos de personajes, ni giros psicológicos ni leches fritas, lo que hay es un crimen y un equipo dedicado a casos especiales (o eso he acabado deduciendo porque, claro, ES EL CUARTO LIBRO y ya eso dan por sentado que lo sabes de sobra) que lo va a resolver. Vamos a lo que vamos. Quién, cómo, dónde, cuándo y por qué. Me parece maravilloso y es justo lo que espero de este tipo de libro.

    Resumiendo: me ha gustado. De hecho ya tengo esperando el primero de la serie, creo que es una lectura veraniega estupenda.

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  3. El libro me ha gustado, aunque tampoco me ha entusiasmado. Evidentemente, empezar por el cuarto libro de la saga no fue una buena idea, aunque ya me ha pasado con alguna de estas series nórdicas o alemanas (con la de Nele Neuhaus también empecé accidentalmente por el cuarto... vamos, que no sabía que era una saga. También los de Camilla lackberg me los voy leyendo a saltos: un pitote de hijos, compañeros de trabajo y parejas que aparecen y desaparecen, pero acabas enterándote). En este caso he estado muy confusa con las dobles personalidades de la gente. Y con lo del caso transversal. Al final esas partes las he leído en diagonal.

    Al principio el personaje del policía principal no me cayó demasiado bien. Y además tanto leer de mocos goteantes, de movimientos intestinales y de diarrea no me ha hecho mucha gracia. ¿A qué clase de persona se le cae el moco sobre las cosas y sobre el pavo? iiighhhh, por dios. En fin, que me ha costado que el tío no me pareciera un cantamañanas, con sus comentarios medio racistas y sexistas.

    El caso en sí me ha entretenido y me ha gustado el giro final, no me lo esperaba (quizás lo mejor que se puede decir de una novela de este tipo). Me ha entretenido y a partir de la mitad me ha enganchado.

    Lectura piscinera total, pero vale, bien. Me he cogido la siguiente parte, a ver si con un poco de suerte me entero ahora algo más de lo de las dobles personalidades.

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  4. Pues yo lo he dejado. Me ha entrado un momento de mucho cabreo y frustración cuando llevaba el 30% y no sabía de qué coño iba el libro y por qué el protagonista era tan repugnante. Ya llevaba como una semana de retraso y si llego a seguir con él igual para julio pongo el comentario. Seguro que me hubiera gustado si lo llego a terminar porque yo soy super fan de la novela policiaca pero no ha cuajado. Sobs.

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