lunes, 20 de junio de 2016

Tantos días felices (Laurie Colwin)

“Guido y Vincent son amigos desde niños, estudian en Cambridge (Massachusetts) y comparten sueños: Guido quiere escribir poesía y a Vincent le gustaría ganar el Premio Nobel de Física. Cuando Guido se encuentra con la extravagante Holly a la salida de un museo se enamora perdidamente de ella, pero presiente que no tendrán una relación fácil. Vincent, más abierto y alegre, conoce a Misty en el trabajo y, aunque ella es una misántropa terrible, estaría dispuesto a darlo todo por salir con ella.

A través de las relaciones de estos personajes, de sus cortejos, celos, rupturas y reconciliaciones en el Nueva York de finales de los setenta, Tantos días felices retrata a cuatro personas inteligentes y bienintencionadas que no pueden dejar de creer en el amor”.

Tantos días felices es un retrato costumbrista escrito en 1978 que el año pasado fue
rescatado y traducido al Castellano por Libros del Asteroide.

Muchos se empeñan en etiquetar la obra como comedia romántica pero yo no acabo de estar de acuerdo. Apuesto más por la descripción: “historias de amor urbano”, adornado con buenas dosis de ironía para el lector más observador.

Aunque en apariencia pueda resultar algo frívola, a medida que avanzas con su lectura, te das cuenta de que a través de sus personajes, muy bien construidos, se hace una reflexión más profunda sobre las relaciones de pareja, la familia y la vida en general.

Cada uno de estos personajes tiene una personalidad muy bien definida y aunque se muestren inmaduros, obsesivos, reflexivos, serenos o nerviosos, ninguno de sus comportamientos, por erráticos que nos parezcan, son gratuitos.

¿Me ha gustado? Pues no demasiado. La considero una historia sobre cuatro personas más o menos corrientes que viven en una ciudad determinada en un momento determinado, y ni el momento ni la ciudad parecen afectar demasiado al devenir de la historia. Una novela ligera fácilmente olvidable que no aporta nada nuevo.

Le puse dos estrellitas en Goodreads porque, a pesar de todo, se deja leer.

9 comentarios:

  1. Hace unos cuantos años, cuando aún estaba estudiando, Mujeres, hombres y viceversa se puso de moda. Yo no sabía que era y un día decidí verlo. Encendí la televisión y de repente vi un montón de gente guapa. Todo es muy bonito y todos sonreían mucho. Pero empezaron a hablar y lo único que pude hacer fue horrorizarme.

    Con tantos días felices me ha pasado exactamente lo mismo.

    Empiezas a leer y todo es muy mono, con Guido y Vincent de aquí para allá, contando su vida y sus cosillas. Pero en cuento empiezan a hacer cosas y a hablar, todo son estupideces.

    - Cariño, ¿me quieres?
    - Uy, sí, mucho.
    - ¿Mucho, mucho?
    - Muchísimo
    - ¿Pero cuanto?
    - Uy, tanto que voy a hacer mis malestas y me voy a ir una temporadita lejos de ti, sin decirte a dónde voy ni con quíen.
    - Fenomenal, cariño. Cuando vuelvas trae pan.

    Y así todo el rato. La relación de estas cuatro personas es un claro ejemplo de lo que NO hacer en la vida.

    Quiero hacer notar, que le cogí un odio especialmente intenso a Vincent, por ser un maldito superficial. Hay una parte en la que Guido se queda sin su atractiva e inútil secretaria y contrata una señora eficiente pero que al señorito Vincent no le entra por los ojos. Y ahí está el gilipollas, haciendo campaña contra esa pobre secretaria, solo porque a él no se le pone dura al mirarla. Mira gilipollas, vete a la mierda ya.

    En resumen, tras su inicio bastante normal todo deriva en una serie de personajes idiotas haciendo idioteces y despertando tus ganas de ir a abofetearles para que espabilen.

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  2. El libro me ha espantado. Y eso que le di una oportunidad. Cuando lo empecé fue como “bueno, venga, va, una historia de amor, espero que sea bonita” (es todo lo que espero del club light). Pero empiezas a conocer a los personajes. Y piensas que no pueden ser tan tontos y tan superficiales todos (o casi todos). Después entré en la fase “este libro está escrito desde la ironía y no lo estoy entendiendo”. A partir de la mitad confirmas que no, que no es ironía, que es tontuna.

    El libro retrata a cuatro personajes de clase media/alta, sin ningún tipo de problema real, que se enamoran o eso parece. Se quieren, a su manera, una manera rara y bastante superficial. Que entendedme, la superficialidad está bien, pero es que esta es de un absurdo que repele. Lo grande es que la autora se ríe claramente de algunos personajes (ay, la estudiante estadounidense y el boboncio del profesor, es lo que más me ha gustado del libro por lo cruel que ha sido la autora con ellos), pero se sigue tomando demasiado en serio a algunos de los pánfilos de sus protagonistas. Quiero decir, si la autora quería hacer un retrato desde la ironía, se quedó corta, le cogió demasiado cariño a los pánfilos y le quedó algo que ni chicha ni limoná. Algunas de las líneas de diálogo son absolutamente destroyer, pero como parece que van en serio el resto del libro pues te quedas con la duda de si la autora se quedó corta o es que es una pánfila de manual Porque el libro no acaba siendo una crítica de lo que retrata. Y lo que retrata es tonto. Si el libro pretendía ser una celebración del amor normal, MAL, epic fail, los personajes son demasiado banales. Si pretendía ser una destrucción desde la ironía de esa idea, MAL, epic fail.

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  3. (Sigo, que no me entraba todo en el anterior comentario).

    Os pongo un par de fragmentos para que veáis:

    “Guido quedó sorprendido por lo absolutamente delicioso que estaba todo: una comida tan buena, se dijo, debía nacer de un espíritu realmente bondadoso y caritativo, sin duda” - Guido no conoce a los jurados de masterchef, desde luego.
    “Quería convertir a Holly en agua y bebérsela. Quería postrarse a sus pies” - Ajá. El proceso lógico es que después hagas pis de tu amada.
    “Un corazón roto, pensaba Guido, no era lo peor que podía pasarle a un hombre inteligente que en materia de amor siempre tomaba decisiones estúpidas” - Guido, deseándole el bien a su amigo el superficial de fan de rubias casadas. Yo tampoco le deseaba mucho bien, la verdad.
    “Su simpleza despertaba ternura, y parecía de los que quieren que las mujeres jueguen con ellos” - yo combustionando en tres, dos, uno... porque sí, una de las cosas que más me ha sacado de quicio es el machismo que exuda. Entiendo el contexto y el año que en el que se escribió (1978) pero tela.
    “Holly no tenía ninguna meta digna de mención excepto la de ir pasando los días de forma agradable” - estupendo, fantástico... pero esta es la tía que huye a monasterios, sus grandes actividades son el ikebana y la cocina exótica, no quiere la seguridad ni la rutina... no es muy coherente.
    “Te quiero – dijo Vincent. - No te creo. A mí me parece que te resulto sociológicamente interesante”. Ejemplo de cómo estos dos se pasan tres cuartos de libro dando vueltas absurdas a ver quién es más absurdo, si la atormentada ella o el lastimero superficial de él.
    “La quiero – dijo Vincent-. Y estoy seguro de que ella me quiere. No me lo dice porque, según ella, no merezco saberlo; pero estoy absolutamente seguro de que me quiere”. Más vueltas de los tontos.
    “Había querido disuadirlo para poder darse el lujo de tomar una decisión sobre él. Aquel era el indicador con el que la mujer inteligente medía el amor” - en este libro no sé si hay mujeres inteligentes, pero desde luego todas tienen la profundidad de una pecera de feria.
    “Además, la idea de estar embarazada hace que me sienta medieval” - una frase que da mucho la medida de la tonta de Holly. Igual que esta: “tener un hijo es maravilloso – comentó Holly con aire soñador - . Es bastante increíble, la verdad. Creo que deberían darme el premio Nobel”.
    Y bueno, la que me mató del todo, esta de Misty: “entre dos mujeres, una de las cuales siempre va muy bien vestida, la amistad es imposible – dijo Misty”.

    En fin, que yo me pasé todo el libro esperando que pasara algo (ojo, más spoiler si cabe). Sale un embarazo. Como no ha pasado nada, espero que vaya algo mal. No. Lo máximo que hacen es contratar a una niñera enfermera para que la boba de Holly no se agobie. Salen de excursión en un barco. Espero que el barco se hunda y alguno desaparezca de la faz de la tierra y haya algo de drama. Qué va, vuelven todos sanos y salvos.

    Eso sí que fue una decepción.

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  4. El libro va basicamente de dos pagafantas con aires de Don Juanes que se enamoran de dos desequilibradas.
    A partir de ahí no pasa nada. Bueno, se van a vivir juntos pero no va el libro de eso, se casan pero tampoco, se reproducen pero no es lo importante. ¿Alguna ruptura en medio que te deje en vilo? Nop. ¿Cuernos? ¿Traición? ¿Intercambio de parejas?¿Una discusión al menos? Nada. ¿Entonces cuál es el nudo de la historia? Ninguno. En todo el puteñero libro no hay nada mínimamente emocionante.
    Yo si que pienso que la autora intentaba ser irónica y reírse de las tonterías de las parejas y tal, pero la cosa se quedó ahí, en una intención. Al final son una panda de insustanciales viendo pasar la vida. La cúspide llega cuando Holly, una pija amargada, se queda embarazada.
    Cuando él todavía se está preguntando si ella le quiere un día le anuncia que van a tener un hijo. No que se ha quedado embarazada en un descuido ni que lo estuvieran buscando, no. Le anuncia que ella ha decidido que van a tener un hijo. Antes de que conteste ya le ha preparado la habitación.
    Hay que decir que a esta muchacha de vez en cuando la da el flus y desaparece una temporada. Cuando se entera que está embarazada hace la maleta y se larga a un monasterio de monjas mientras suelta perlas como: "la idea de estar embarazada hace que me sienta medieval""Me voy a una orden contemplativa porque necesito silencio y siento el impulso de rodearme de mujeres" Lo normal, vamos.
    Cuando nace la niña la cosa no mejora. "Decidieron que la presencia de una enfermera que se ocupara del bebé era un tema prioritario"Y buscan una enfermera psicóloga para que haga terapia al bebe o algo así. Muy lógico todo.

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  5. Podría ser bondadosa y decir que el libro habla de una manera sencilla de algo que no es más que la vida, así de sencillo y de bonito.

    Podría ser regular nada más y decir "bueno, no está mal escrito"

    O podría dar rienda suelta a mi odio interior y decir que es un libro que olvidaría haber leído casi al minuto de haberlo terminado si no fuera por esos personajes que hacen que sea una castaña inolvidable.
    Los chicos son unos pringados. Uno de ellos bastante machista, pero situemos a la gente en su momento histórico y, por desgracia, no es lo peor que te podía pasar.

    Pero, ay amigas, las chicas. Y ahora empiezo un comentario que no es tanto literario como personal: estas dos señoras representan todo lo que odio en una persona. Todo. Y lo peor es que no sé qué es lo que aborrezco más.

    Odio la pose. Que supongo que yo también tengo mi ración de postureos y chorraditas, pero odio el rollo ese de "oh, por favor, soy tan especial que no me canso de decirte lo rarita que soy para que te convenzas de lo especial que soy", me repatea.

    Odio el drama por el drama. Somos muy felices, la vida nos va estupendamente pero no quiero que te acostumbres a tener una vida feliz, aquí te quedas que ya volveré. No lo resisto. Sé que hay gente que es completamente incapaz de llevar una vida plena sin montar dramas absurdos y enormes por chorraditas pero es algo que se escapa a mi comprensión. Y que además me pone de pésimo humor.

    Y por eso no he sido capaz de mirar con más amor este librito que no va de nada, de la vida. Pero para mal y para la tontuna. Y lo desrecomiendo con mucho entusiasmo. Salvo que te mole ver a gente haciendo el bobo por la vida, inventándose unas preocupaciones ridículas para dar una falsa sensación de emoción a sus vidas.

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  6. La portada es bonita. Un azul espectacular.

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    1. Segundo libro azul de Libros del Asteroide que acaba siendo un churro. ¿Casualidad? No lo creo.

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  7. Espera, que me acabo de acordar de que a mí sí me gustó el otro libro azul, qué desastre

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  8. Estoy de acuerdo en todo lo que habeis dicho. Es cierto que está escrito cuando está escrito pero amigas, QUE GRAN MACHIRULADA. Ellos son dos piece of sunshine, fáciles de tratar, exitosos en su trabajo, apasionados del amor...y ellas dos MONGUERS. Dos monguers pretenciosas, complicadas, locas del coño y ni siquiera feminazis. Y eso, según la autora, las hace encantadoras y maravillosas y diferentes o algo así. Y qué quereis que os diga, viva el coño de Holly. Que hace lo que le sale del mismo, es lo único que me ha parecido interesante del libro. Es decir, es estúpida, pija y creída y todo lo hace bien pero de vez en cuando se da puto asco a si misma y coge y se pira. Y el marido es un gilipollas que pretende tenerla pegada como una pegatina y bebersela y anularla o yo que sé. Creo que esta autora no se ha enamorado en la vida. No tiene ni puta idea de lo que es la química y el amor. Las parejas se juntan porque...porque...POR QUÉ? SI NI SIQUIERA SE GUSTAN. Guido quiere a Holly de una manera totalmente superficial, como a un objeto precioso...ella no me queda claro que le tenga siquiera cariño. Y Vincent quiere a Misty porque está harto de relaciones superficiales y ella le supone un desafío porque es una intensa irremediable y le parece mona pero...amor? WTF!
    Y la alumna del profesor y como de repente Holly se da cuenta de que el desaliño también puede molar? UNA VEZ MÁS WTF. Hostia puta, si llevo un moño desaliñado también estaría mona...
    Si esto intentaba ser irónico le vería a todo más sentido, efectivamente, pero...no le ha salido. Le ha faltado un poquito más de humor.
    Por otro lado me parece que está excelentemente escrito...el problema está en lo que ha querido contar, que era una chorrada como un piano sin sentido.

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