El libro es Grace todo el rato contándole sus mierdas a su marido. Te dice mil veces que está hablando con su marido. Aún así, muchas veces no sabes con quién está hablando. Horrible. Por otro lado, el fantasma de la madre habla con el fantasma de la hija. Se pasean las dos tan ricamente por el hospital, jugando a ser detectives. Pero claro, para investigar bien, hay que salir del hospital e ir al lugar del crimen. Y piensas, pues es un fantasma, no pasa nada, te vas flotando hasta allí y listo. MEEEEEEC. Error. Si eres un fantasma tienes que esperar a que tu madre venga a verte al hospital, y cuando vuelva a casa te vas con ella en coche. Porque claro, se ve que un fantasma que resuelve casos es realista, pero un fantasma que vuela no.
Hay una cosa que me irritó especialmente, y es que Grace hace referencia muchas veces a su "niñera interior". Se ve que 50 sombras de Grey sentó cátedra y ahora si no tienes una lo-que-sea interior tu libro no vale para nada.
En resumen, un libro bastante meh, con una protagonista bastante irritante, que podéis no leer y seguir alegremente con vuestra vida. Si lo hubieran contado desde el punto de vista de la cuñada policía, el libro hubiera sido más conciso e interesante.
P.D.: Hoy es el primer día de la era Trump. Que el ser divino de nuestra elección nos pille confesados.
Esta reseña va a ser cortita: el libro es una memez.
ResponderEliminarAdemás, está muy mal escrito y se ve venir desde el principio el sacrificio supremo que hará la madre por su hija y me importaba todo un bledo.
Eso sí, se suma a la lista de los libros que han cambiado mi vida. Es el último libro de un club que termino mientras me estoy muriendo por dentro del horror y el aburrimiento. Si me quitas las ganas de vivir, ni club ni clob, hasta luego Maricarmen.
Y ya.
Uf. Ha habido una parte del libro que me ha entretenido, el asunto de la investigación y ver quién era el culpable del incendio. Y además no me lo vi venir hasta casi el final, así que eso bien.
ResponderEliminarPor otra parte el tema de los fantasmas o el limbo en el que están metidas estas dos es rarísimo y bastante incoherente, no tiene ni pies ni cabeza (y eso que hablamos de ¿fantasmas? o casi muertas, que tampoco es que el tema sea realista). Lo grande es que al final están como simples espectadoras, no aportan nada al avance de la investigación ni tienen ningún efecto en la vida real. Y sí, estaba claro que no iban a ocurrir dos milagros y que las dos no se salvaban, estaba clarísimo que una palmaba y en cuanto se empieza a hablar del transplante de corazón lo ves venir desde Atocha Renfe.
Para colmo de males, estás encerrada en el monólogo-diálogo en la cabeza de una señora muy repetitiva. Entre su niñera interior, la culpa, su frustración y demás mandangas se hace muy cansina.
En fin. A ratos me ha resultado entretenido y me ha dado penica (ay, ese pobre niño) pero en general me ha resultado un poco repetitivo y poco interesante.